Aquí estoy, frente al espejo, en uno de esos días donde la iluminación parece conspirar contra mi, y me viene una pregunta a la mente: ¿Cuándo fue la última vez que me sentí realmente cómoda conmigo misma? No me refiero a estar cómoda porque voy en chándal, sino a esa comodidad que viene desde adentro, esa voz que te dice: "Estás bien tal y como eres".

Sentirse cómoda con una misma puede ser una relación llena de altibajos: a veces te sientes genial, y otras, de bajón total. Pero, como en cualquier relación, todo empieza con cómo te hablas y cómo te tratas. ¡Y sí! También incluye aprender a reconducir esa voz interior que parece ser experta en criticar.

El eterno "scroll" de la comparación

En la era de las redes sociales, donde cada selfie parece que grite "Mi vida es perfecta", es difícil no caer en la trampa de la comparación. Yo misma he pasado mucho tiempo mirando fotos de chicas con piel y cuerpo perfecto, preguntándome por qué no me parezco a ellas. Pero, ¿qué es lo que realmente estamos comparando? Una imagen editada contra nuestra realidad sin filtro.

El problema de la comparación es que siempre salimos perdiendo. Entonces, ¿por qué no hacer las paces con la idea de que somos únicas y que lo que vemos en las redes es solo la punta del iceberg? Recuerda, el césped parece más verde en el jardín de al lado, pero lo que no ves muchas veces es que es césped artificial.

Pequeños gestos con grandes resultados

1. Cambia el diálogo interno. Piensa en tu voz interior como una narradora de tu vida. ¿Es alguien que te apoya o que te critica constantemente? Cambiar tu narrativa interna es como reescribir el guion de tu historia. Muchas mujeres que visitan nuestra tienda física a menudo se critican duramente delante del espejo, sin darse cuenta del impacto que tienen sus palabras.

2. Haz una limpieza digital. No es un secreto: las redes sociales pueden ser un espacio bastante tóxico. Si una cuenta te hace sentir menos, dale "unfollow" o silénciala sin remordimientos. Llena tu feed de mensajes positivos, que te aporten y te inspiren.

3. Práctica la gratitud. Intenta empezar el día o terminarlo agradeciendo tres cosas, aunque sean muy simples. Puede ser algo como "Hoy me he sentido fuerte en el gimnasio", "Hoy me he sentido bien ayudando a mi vecina", o "Me encanta mi sonrisa". Estas pequeñas acciones pueden cambiar cómo te ves y te sientes.

4. Cuida tu entorno.  Es fácil sentirte mal cuando estás rodeada de críticas y negatividad. Rodéate de personas que te respeten, que se alegren por tus alegrías y te escuchen en tus días no tan buenos.

La moda como una extensión de tu autoestima

Aunque la ropa no lo es todo y, si no estás bien por dentro, todo se complica, elegir bien la ropa también te puede ayudar. Al final, todo suma. Encuentra prendas que te hagan sentir bien contigo misma y favorezcan tu cuerpo tal como es.

En Matcha Jeans, creemos que la ropa debe adaptarse a ti, y no al revés. Creamos vaqueros muy cómodos diseñados por mujeres, para mujeres.

Conclusión

La comodidad contigo misma no es algo que se consiga de la noche a la mañana. Es un viaje que comienza con pequeños gestos diarios: cambiar cómo te hablas, dejar de compararte y recordar que eres mucho más que cualquier cánon de belleza impuesto por esta sociedad. Al final, la verdadera pregunta no es si eres suficiente. La verdadera pregunta es: ¿Cuándo te darás cuenta de que siempre lo has sido?